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Destrezas musicales al alcance de un clic


Cómo aumentar la motivación y la implicación del alumnado

Los profesores de la Escola de Músics i JPC decidieron actualizar sus recursos digitales, reemplazando las pizarras de las aulas por monitores interactivos Clevertouch Plus Lux, para iniciar a sus estudiantes en la educación musical de forma intuitiva.

Publicado en: Nº 32 de la Revista EDUCACIÓN 3.0 

A 550 metros del Gran Teatre del Liceu de Barcelona, se encuentra este centro que desde hace 25 años proporciona educación musical a alumnos de todas las edades, niveles, aptitudes, condiciones y orígenes. Para las clases con mayor grado de dificultad, como la lectura de notas musicales, sus responsables consideraban que faltaba integrar recursos más cercanos a la experiencia cotidiana de los alumnos para motivarlos y, de paso, incrementar su rendimiento. Por eso, decidieron adquirir cinco monitores interactivos Clevertouch Plus Lux (distribuidos en España por Charmex).

“Contamos con el asesoramiento de la compañía Red Green Blue Audiovisual y con la formación de Charmex, con el objetivo de modernizarnos”, explica Yolanda Mallofré, profesora y coordinadora de los recursos musicales y digitales de la escuela.

Anteriormente, solían utilizar ordenadores y proyectores para visualizar algún recurso, pero “con los monitores es más sencillo que los estudiantes se involucren en los contenidos, porque pueden interactuar directamente con la pantalla táctil y se implican más en los temas que tratamos”, destaca Mallofré. Después de un año de la implantación de estos equipos, la coordinadora destaca que ha aumentado la interacción y participación del alumnado.

En concreto, para sensibilización y lenguaje musical, cuentan con un juego de piano con el que los alumnos de Infantil aprenden las notas. De igual modo, profundizan mejor en el dictado auditivo —donde se tratan las notas y el ritmo de forma más técnica— con aplicaciones que trabajan intervalos agregando varios instrumentos. Esto facilita que los estudiantes desarrollen el sentido del oído y reconozcan distintos timbres. Como puntualiza la coordinadora: “Si aprenden sólo con piano, diferenciar después las mismas notas en una trompeta o un contrabajo es más difícil. Por eso, es importante utilizar diferentes instrumentos”.

Asimismo, la escuela ha utilizado material multimedia como animaciones y vídeos para trabajar el musicograma (una forma de audición musical activa), que utiliza una representación visual de la obra mediante diferentes símbolos gráficos como dibujos o esquemas. “También en las corales usamos los monitores. Así en vez de tener la letra de las canciones en una hoja, la ponemos en el monitor y logramos que los alumnos estén en una posición más recta y se concentren mejor en la entonación”, explica.
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ADAPTADOS A LAS NECESIDADES.

Otra de las ventajas de estos monitores es que se adaptan a las clases y a la programación de cada docente. De hecho, los estudiantes llegan a clase con la expectativa no sólo de qué aprenderán, sino de cómo serán retados, ya que es posible crear una lección y hacer las actividades de diferentes maneras, ya sea individual, en parejas o grupos; después, la misma actividad se puede cambiar a una mayor dificultad… lo que aumenta su implicación y motivación.

Según comenta Mallofré, utilizan los monitores de forma diferente según la edad de los estudiantes, por ejemplo, “con los más pequeños, de 1 a 4 años, lo empleo como un tipo de premio o incentivo en los últimos 10 minutos, porque sé que les gusta mucho tocarlo y jugar. Con los mayores, está encendido durante toda la clase porque leemos los libros en formato PDF o hacemos diferentes actividades”.

Mallofré también resalta la facilidad de uso de los equipos: “Son bastante intuitivos y si sabes utilizar una tableta o un móvil esto no es muy diferente, ya que viene con Android integrado”. Por eso, cuando llegaron los cinco equipos a la escuela, el reto para los 40 profesores no fue entender cómo usarlos, sino encontrar los programas y aplicaciones idóneas que podían funcionar para llegar a sus objetivos.
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De ahí que los docentes investigaran primero qué juegos y actividades les podían funcionar mejor, así como las funcionalidades de los monitores, para después recibir la formación por parte del equipo de Charmex y poder hacer una ‘batería de preguntas avanzadas’.
 

 Los padres también están satisfechos al comprobar el progreso de sus hijos. Como uno de los Clevertouch se sitúa en un aula que da a la calle, “se pasan la clase entera mirando qué bien se lo pasan los niños. Es más, al finalizar, nos piden el link de las aplicaciones y los programas para seguir estudiando en casa”.

​Respecto al futuro, Mallofré se animará a crear actividades desde cero para sacar el máximo partido al monitor: “Sólo que para eso necesito tiempo: primero he de hacer toda la programación de la clase y, después, cada actividad en concreto que estará enfocada a mis objetivos”, concluye.

Con software de gamificación multitáctil

Cada monitor Clevertouch incluye cinco licencias del software Snowflake Multiteach que permite a maestros y estudiantes desarrollar historias interactivas alineadas con el plan de estudios, además de proporcionar una comunidad segura para la colaboración en línea y en pequeños grupos, así como una instrucción personalizada simultánea. “He creado varias lecciones y actividades en Snowflake desde mi ordenador. Una de mis favoritas es una ruleta con todos los nombres de los estudiantes, que giro cuando quiero que expliquen una lectura o sus deberes. Así nadie se pelea, sino que levantan la mano para decir que su nombre no ha salido aún y quieren participar”, afirma Mallofré.