Publicado en: Educación 3.0
El
Centro de Estudios Superiores San Agustín de Bilbao ha llevado a cabo una profunda transformación digital en estos últimos meses para garantizar la total seguridad de profesores y alumnos, así como la continuidad de sus clases.
Para este curso 2020/2021, ha apostado por un modelo de enseñanza híbrido o semipresencial donde la tecnología garantiza una interacción constante entre docentes y estudiantes. Se trata de que el alumnado obtenga buenos resultados académicos y disponga del mejor asesoramiento en sus estudios: “Creemos que la experiencia del alumno va a ser mucho más satisfactoria, generando una mayor implicación y aprovechamiento, no solo del formato online, sino también en la propia aula al cambiar la pizarra por una pantalla digital interactiva de última generación”, afirma José Luis Soler, director del Centro de Estudios Superiores San Agustín.
Aulas tecnológicas
Para lograr estos objetivos, la institución ha desarrollado un proyecto a cargo del proveedor
Charmex y el integrador audiovisual
Dinof, con seis soluciones integradas para clases semipresenciales que incluyen los siguientes componentes: barras de sonido y cámaras de videoconferencia 4K de la firma Poly y monitores interactivos Clevertouch Impact de 65”, 75” y 85 pulgadas.
Las barras de sonido y las cámaras de videoconferencia
Poly Studio camera USB auto-track 4K integran captación de sonido avanzada gracias a la presencia de varios micrófonos en línea ‘array’ y cancelación de ruido ‘NoiseBlock’. Además, las cámaras con Auto-Track encuadran al profesor con un primer plano siguiendo las coordenadas de la captación microfónica, es decir, de su voz.
Por su parte, los monitores interactivos
Impact de Clevertouch ofrecen una experiencia intuitiva y colaborativa, con características que liberan a los docentes de las limitaciones de la tecnología tradicional restrictiva con herramientas como el reconocimiento de escritura y fórmulas en pizarra, y aplicaciones para combinar el trabajo presencial y en línea.
En concreto, estas pantallas tienen una pizarra infinita con capacidad de redimensión en anotaciones e imágenes para que el profesor nunca se quede sin espacio y dé rienda suelta a sus ideas. Facilitan, asimismo, una escritura ágil y precisa en dos colores simultáneos, cuentan con lápices pasivos, que no necesitan batería, y disponen de entrada de gestos y lápiz diferenciada.
Por su parte, herramientas como un cronómetro, un temporizador, una lupa y una función de voto interactivo integrados permiten una mayor implicación del alumnado durante la clase. El trabajo en línea se agiliza con la integración a cuentas cloud (en la nube) directa desde explorador de archivos.
“Hemos adaptado nuestras metodologías de enseñanza con estas nuevas tecnologías. Seguimos evolucionando con ello y nos está siendo de gran utilidad, sobretodo con el tema del reconocimiento de fórmulas”, destaca Soler.